Los altos niveles de catecolaminas circulantes asociados con insuficiencia cardíaca regulan negativamente receptores beta cardíacos, con un efecto más pronunciado sobre los receptores beta-1, lo que conduce a un efecto inotrópico alterado. El uso de agentes inotrópicos exógenos es, por tanto, un enfoque terapéutico lógico en la insuficiencia cardíaca. La dobutamina es una catecolamina sintética que actúa sobre los receptores adrenérgicos alfa-1, beta-1 y beta-2. En el corazón, la estimulación de estos receptores produce un efecto inotrópico aditivo relativamente fuerte y un efecto cronotrópico relativamente débil. En la vasculatura, la actividad agonista alfa-1 (vasoconstricción) equilibra el efecto agonista beta-2 (vasodilatación). En uso clínico, la dobutamina tiene un inicio de acción rápido y una vida media corta. Aumenta la contractilidad miocárdica, mientras que la reducción refleja del tono simpático, en respuesta al aumento del volumen sistólico, conduce a una disminución de la resistencia periférica total. Los efectos hemodinámicos esperados son un aumento del gasto cardíaco y una disminución de la resistencia vascular sistémica sin cambios significativos en la presión arterial o la frecuencia cardíaca. En el estado de insuficiencia cardíaca aguda con presiones de poscarga elevadas, consecuencia de una disfunción miocárdica, la terapia con dobutamina sigue siendo, en la actualidad, la referencia.