El zirconio fue descubierto por Martin Heinrich Klaproth, un químico alemán, mientras analizaba la composición de la jerga mineral (ZrSiO4) en 1789. El zirconio fue aislado por Jöns Jacob Berzelius, químico sueco, en 1824 y finalmente preparado en forma pura en 1914. Obtener circonio puro es muy difícil porque es químicamente similar al hafnio, elemento que siempre se encuentra mezclado con depósitos de circonio. Hoy en día, la mayor parte del circonio se obtiene a partir de los minerales circón (ZrSiO4) y baddeleyita (ZrO2) mediante un proceso conocido como Proceso Kroll.
El circonio es un metal resistente a la corrosión que se utiliza en bombas y válvulas de alto rendimiento. Dado que tampoco absorbe fácilmente neutrones, el circonio se usa ampliamente en reactores nucleares. La industria de la energía nuclear utiliza casi el 90% del circonio producido cada año, que debe estar casi libre de hafnio. El circonio también se utiliza como agente de aleación en el acero, para fabricar algunos tipos de equipos quirúrgicos y como absorbente, un material que se combina con los gases traza de los tubos de vacío y los elimina.
El circonio (ZrSiO4) es un circonio compuesto que puede tomar muchas formas diferentes, la más popular de las cuales es una piedra preciosa clara y transparente que se puede cortar para que parezca un diamante y se usa con frecuencia en joyería. El dióxido de circonio (ZrO2) puede soportar temperaturas muy altas y se usa para hacer crisoles y revestir las paredes de hornos de alta temperatura. El carbonato de circonio (3ZrO2 · CO2 · H2O) se usa en lociones para tratar la hiedra venenosa.