Su cuerpo necesita ácido fólico para dividir las células y producir ADN y otros materiales genéticos. El potasio también ayuda en la función de sus células. Regula los latidos del corazón, ayuda a que los nervios y los músculos funcionen correctamente y es necesario para producir proteínas y metabolizar los carbohidratos. El magnesio regula la función muscular y nerviosa, controla los niveles de azúcar y proteínas en sangre y ayuda a producir proteínas, huesos y ADN.
Prevención de enfermedades
Las bacterias del ácido láctico también son responsables del aumento antioxidantes en el pan de masa madre en comparación con otros tipos de pan. Los antioxidantes protegen sus células del daño que causa enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedad de Alzheimer y más.
Niveles más bajos de azúcar en sangre
Comer pan de masa madre puede ayudarlo a mantener su azúcar en sangre niveles más estables que si fuera a comer pan blanco. Las bacterias que ayudan a formar la masa madre también tienen un efecto único en el almidón del pan.
Cambia la estructura de las moléculas del pan, lo que hace que su cuerpo las absorba más lentamente, lo que reduce el índice glucémico del pan. Esto significa que sus niveles de insulina no aumentarán tanto después de comer una rebanada de pan de masa madre como lo harían después de comer pan blanco.
Mejora de la salud digestiva
El pan de masa madre puede ser más fácil de digerir que el pan blanco para algunas personas. Según algunos estudios, el pan de masa madre actúa como un prebiótico, lo que significa que la fibra del pan ayuda a alimentar las bacterias «buenas» en los intestinos. Estas bacterias son importantes para mantener un sistema digestivo estable y saludable.
La masa madre también es más baja en gluten que otras formas de pan. Parece que el ácido del pan degrada el gluten. Como resultado, las personas con intolerancia al gluten pueden encontrar que la masa madre es más agradable para el estómago.