Los inversores escuchan frecuentes referencias a la política monetaria y la política fiscal, pero muchos no saben exactamente cómo diferenciar estos dos términos. Comprender la diferencia puede ser más importante para los inversores hoy que nunca, dada la creciente influencia del gobierno en el desempeño del mercado.
Política monetaria
La «política monetaria» es el término general utilizado para describir las acciones de un banco central en los Estados Unidos, que es la Reserva Federal de los Estados Unidos, a menudo llamada Fed. La Fed aplica políticas que maximizan tanto el empleo como la estabilidad de precios, y opera independientemente de la influencia de las autoridades como el Congreso y el Presidente.
Dentro de la Reserva Federal, la política monetaria la establece el Comité Federal de Mercado Abierto, que se reúne ocho veces al año para evaluar las políticas fiscales.
La principal herramienta que utilizan los bancos centrales para promulgar la política monetaria son las tasas de interés a corto plazo. En los Estados Unidos, esto se conoce como tasa de fondos federales o fondos federales para abreviar. Al aumentar las tasas de interés, un banco central puede aumentar el costo de los préstamos y, por lo tanto, disminuir la El ritmo de la actividad económica, que debería, en teoría, ayudar a contener las presiones inflacionarias.
Al recortar las tasas de interés, un banco central reduce el costo del dinero. Esto estimula la economía al facilitar que las personas y las empresas pidan dinero prestado, lo que a su vez impulsa la actividad económica al hacer que sea menos costoso comprar una casa o financiar un proyecto.
Tradicionalmente, los bancos centrales no han intentado controlar las tasas a largo plazo, pero las circunstancias únicas que siguieron a la crisis financiera de 2008 llevaron a la Fed a adoptar políticas monetarias conocidas como flexibilización cuantitativa (QE) y Operation Twist. Con las tasas ya en cero, la Fed se vio obligada a tomar esta ruta para suprimir las tasas a largo plazo y ayudar a la economía a recuperarse de su recesión posterior a la crisis.
Política fiscal frente a política monetaria
La política fiscal se refiere a las acciones de un gobierno, no de un banco central, en relación con los impuestos y el gasto. El debate sobre el impacto de la política fiscal en la economía lleva más de un siglo, pero en general, se cree que un mayor gasto público ayuda a estimular la economía, mientras que un menor gasto actúa como un lastre. Al mismo tiempo, se cree que los impuestos más altos limitan el crecimiento económico, mientras que los impuestos más bajos ayudan a estimularlo. Nuevamente, este es un tema de debate y las opiniones a menudo varían según la ubicación de un individuo en el espectro político.
El gasto del gobierno influye en la economía de varias maneras. Como ejemplo, considere el caso de una economía lenta en la que el gobierno aumenta el gasto en ciertas áreas, por ejemplo, construyendo nuevos puentes.
Esta actividad pone a la gente a trabajar y ellos, a su vez, gastan dinero en bienes y servicios, lo que ayuda a poner a trabajar a más personas, etc. Esto se conoce como política fiscal expansiva. Por el contrario, la decisión de reducir el gasto público es contractiva.
Entre la política monetaria y fiscal, generalmente se considera que la primera tiene el mayor impacto en la economía, mientras que la política fiscal se considera como la forma menos eficiente de influir en las tendencias de crecimiento.
La política monetaria y fiscal interactúan para afectar la economía
Un aspecto importante de las políticas monetarias y fiscales es que tampoco ocurre en el vacío. En cambio, los dos trabajan juntos para influir en las condiciones económicas. En términos de política monetaria, los bancos centrales como la Fed deben evaluar cómo la política fiscal afectará la economía para poder ajustar su enfoque en consecuencia.
En la misma línea, el Los resultados económicos de las acciones del banco central (mayor crecimiento y / o mayor inflación frente a un crecimiento más lento y / o menor inflación) pueden afectar el enfoque de los formuladores de políticas sobre los impuestos y el gasto público.
En Europa, por ejemplo, las consecuencias de la crisis de la deuda de la región requirieron que los gobiernos se ajustaran el cinturón fiscal, lo que a su vez contribuyó a las políticas altamente estimulantes del Banco Central Europeo. De manera similar, la Reserva Federal de EE. UU. Citó preocupaciones sobre la reducción del gasto público como una de las razones por las que eligió continuar su política de flexibilización cuantitativa hasta el cuarto trimestre de 2013, incluso cuando muchos inversores esperaban que comenzaría a reducir el alcance de la QE. / p>
La política del gobierno puede afectar sus inversiones
La estrategia de inversión ideal implica un enfoque de no intervención en el que las decisiones se basan en el horizonte temporal y la tolerancia al riesgo del inversor. Dicho esto, vale la pena estar al tanto de las tendencias tanto en la política fiscal como en la monetaria dada la creciente influencia de ambos factores en el desempeño de los mercados financieros.
Más que nunca, los precios de las acciones y los bonos están siendo impulsados por las interpretaciones de los inversores de la política del gobierno y del banco central en lugar de factores fundamentales tradicionales.
Vale la pena estar atento a los titulares para comprender plenamente por qué sus inversiones se están desempeñando como están.