Qué hacer y qué no hacer en caso de sangrado nasal

Basta con que un balón de fútbol golpee su cara o quizá un poco de aire seco. Entonces, de pronto, tiene un sangrado nasal.

Los sangrados nasales pueden ser molestos y, en algunos casos, alarmantes, especialmente si sufre de un trastorno hemorrágico. Sin embargo, es poco común que sean causa de alarma. Las membranas nasales se irritan con facilidad debido a su gran cantidad de vasos sanguíneos pequeños y delicados. Las alergias, ciertos medicamentos y el aire seco pueden afectar esas membranas y generar sangrados nasales.

La mayoría de las veces, los sangrados nasales no requieren atención médica de emergencia y pueden tratarse en casa. No obstante, debería buscar atención médica si presenta un sangrado nasal prolongado—uno que dure por varias horas y que no responda a presión u otros remedios caseros—o frecuentes sangrados nasales más pequeños que se detienen con facilidad, pero regresan por semanas, o si vomita sangre o tiene síntomas de anemia.

A continuación, presentamos algunos consejos sobre qué hacer si presenta sangrado nasal.

QUÉ HACER:

  • Apriete el puente de la nariz e inclínelo ligeramente hacia delante, manteniendo la presión por un mínimo de 10 minutos. Puede usar pinzas nasales para aplicar presión, pero no debería dejar una pinza puesta por más de 10 minutos.
  • Calcule el tiempo del sangrado nasal y registre la información para compartirla con su proveedor de atención médica.
  • Hable con su equipo de atención médica sobre los mejores productos para prevenir los sangrados nasales. Las opciones incluyen soluciones salinas en aerosol, cremas o geles que previenen la ruptura de coágulos y cremas y ungüentos lubricantes.
  • Evite el humo del cigarrillo y otros desencadenantes como alérgenos o aire caliente o seco. Si el aire caliente parece ser un desencadenante, puede compensar haciendo uso de un humidificador.
  • Descanse luego de un sangrado nasal para evitar una reincidencia. Debería evitar actividades demandantes como deportes, correr y otras actividades que provocan que su presión sanguínea incremente.

QUÉ NO HACER:

  • Acostarse o reclinarse durante un sangrado nasal. La sangre podría bajar por su garganta; tragar sangre puede perturbar su estómago y causar vómito.
  • Hurgarse la nariz o soplársela con fuerza. Ambas acciones pueden irritar el delicado conducto nasal. Soplarse la nariz durante un sangrado nasal puede hacer que empeore el sangrado o que vuelva a generarse luego de haberse detenido.
  • Inclinarse hacia adelante por un periodo prolongado.
  • Comer comida caliente o picante—que puede generar que los vasos sanguíneos se dilaten—en el día del sangrado nasal.

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