Pensamiento grupal, modo de pensamiento en el que los miembros individuales de pequeños grupos cohesivos tienden a aceptar un punto de vista o conclusión que representa un consenso grupal percibido, ya sea que los miembros del grupo lo crean o no válido , correcto u óptimo. El pensamiento grupal reduce la eficiencia de la resolución colectiva de problemas dentro de dichos grupos.
La teoría del pensamiento grupal fue desarrollada por primera vez por el psicólogo social Irving Janis en su clásico estudio de 1972, Victims of Groupthink: A Psychological Study of Foreign-Policy Decisions y Fiascoes, que se centró en el mecanismo psicológico detrás de decisiones de política exterior como el bombardeo de Pearl Harbor, la guerra de Vietnam y la invasión de Bahía de Cochinos.
El intento de Janis de determinar por qué los grupos que consisten en individuos altamente inteligentes a menudo Tomó malas decisiones renovado interés en el estudio de cómo los comportamientos, prejuicios y presiones del grupo afectan la toma de decisiones del grupo. El pensamiento grupal se ha convertido en una teoría ampliamente aceptada, particularmente en los campos de la psicología social, el análisis de la política exterior, la teoría organizacional, las ciencias de la toma de decisiones grupales y la administración. Como tal, la noción fue revivida para ayudar a explicar la interpretación de la información de inteligencia con respecto a las armas de destrucción masiva antes de la Guerra de Irak (2003-2011).
Janis identificó una serie de condiciones estructurales que conducen al pensamiento de grupo, relacionadas con la cohesión de un grupo de toma de decisiones dado, las reglas formales que gobiernan su proceso de toma de decisiones, el carácter de su liderazgo, la homogeneidad social de los participantes y el contexto situacional al que se enfrentan.
Los ocho síntomas del pensamiento grupal incluyen una ilusión de invulnerabilidad o de incapacidad para equivocarse, la racionalización colectiva de las decisiones del grupo, una creencia incuestionable en la moralidad del grupo y su opciones, estereotipos de los oponentes relevantes o miembros externos al grupo, y la presencia de «guardias mentales» que actúan como barreras a la información alternativa o negativa, así como la autocensura y una ilusión de unanimidad. La toma de decisiones afectada por el pensamiento de grupo descuida posibles alternativas y se centra en un número limitado de objetivos, ignorando los riesgos que implica una decisión en particular. No busca información alternativa y está sesgado en su consideración de lo que está disponible. Una vez rechazadas, las alternativas se olvidan y se presta poca atención a planes de contingencia en caso de que falle la solución preferida.
Las propuestas para prevenir el pensamiento grupal han incluido la introducción de múltiples canales para disentir en la toma de decisiones y d mecanismos para preservar la apertura y heterogeneidad de un grupo dado y se han enfocado en el tipo específico de liderazgo requerido para evitar que ocurra el pensamiento grupal.
Las críticas han subrayado que los procesos de toma de decisiones no siempre determinan los resultados finales. No todas las malas decisiones son necesariamente el resultado del pensamiento grupal, ni todos los casos de pensamiento grupal terminan como fallas. En ciertos contextos, el pensamiento grupal también puede mejorar positivamente la confianza de los miembros y acelerar los procesos de toma de decisiones.