8. Ulises y Penélope

En su tercera y última historia con Ulises, Hermes relata lo que sucede cuando Ulises llega a casa con su esposa, Penélope.

Atenea, diosa de la sabiduría, ha tardado en ayudar a Ulises en su viaje a casa, pero Hermes la persigue para que se involucre. Hermes encuentra a Ulises solo, varado en la costa de una isla que no reconoce y preguntándose qué nuevos peligros nos aguardan. Atenea revela que la isla es en realidad Ítaca, Odiseo está en casa, pero hay un problema: todos, excepto su esposa, Penélope, creen que Odiseo está muerto y, en consecuencia, los príncipes locales están en su palacio compitiendo por la mano de Penélope en matrimonio. Telémaco, el hijo de Odiseo, ha estado buscando a su padre y los pretendientes también planean matarlo cuando regrese. Atenea le indica a Odiseo que regrese a su palacio, pero disfrazado de vagabundo sin un centavo.

En el palacio, los pretendientes abusan de Ulises que primero lo patean al suelo y luego lo usan como herramienta de negociación con Penélope. Le dicen que debe decidir esta noche con quién se casará o los pretendientes matarán al mendigo. Penélope es persuadida y determina que su decisión se tomará sobre la base de una competencia.

Penélope y Telémaco atienden las magulladuras de Ulises en su habitación privada, aún sin saber su identidad hasta que Atenea y Hermes se unen a la escena. Juntos traman un plan: la competencia para los pretendientes será ensartar el arco del propio Ulises y dispararlo a través de un agujero perforado en la cabeza de doce hachas, mientras Telémaco quita en secreto todas las armas de los pretendientes.

Regresan a la sala y Penélope ofrece el arco a los pretendientes, pero, por más que lo intentan, ninguno es capaz siquiera de tensar el arco, y mucho menos de disparar. Cuando afirman que la competencia es imposible, Penélope invita a Ulises, todavía disfrazado, a intentarlo. Primero enciende el arco y luego dispara una flecha a través de las cabezas de los hachas. Entonces Ulises dirige su atención a los pretendientes: han buscado casarse con su esposa contra su voluntad y han planeado matar a su hijo … su destino está sellado.

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