Introducción
El 14 de julio de 1789, un estado La prisión en el lado este de París, conocida como la Bastilla, fue atacada por una turba furiosa y agresiva. La prisión se había convertido en un símbolo del régimen dictatorial de la monarquía, y el evento se convirtió en uno de los momentos decisivos de la Revolución que siguió. Este artículo que informa sobre los hechos del 14 de julio se publicó en un periódico inglés llamado The World, pocos días después de que se produjera el suceso.
Una fortaleza medieval, las ocho torres de la Bastilla de 30 metros de altura, dominaban el Horizonte parisino. Cuando la prisión fue atacada, en realidad solo tenía siete prisioneros, pero la turba no se había reunido para ellos: había venido a exigir los enormes depósitos de municiones que se encontraban dentro de los muros de la prisión. Cuando el gobernador de la prisión se negó a obedecer, la turba cargó y, tras una violenta batalla, finalmente se apoderó del edificio. El gobernador fue apresado y asesinado, su cabeza recorrida por las calles con una estaca. El asalto a la Bastilla marcó simbólicamente el inicio de la Revolución Francesa, en la que la monarquía fue derrocada y se estableció una república basada en las ideas de «Liberté, égalité, fraternité» (los franceses para la libertad, la igualdad y la hermandad). En Francia, la «toma de la Bastilla» todavía se celebra cada año con una fiesta nacional.