La acidosis, que significa acidificación, ahora se considera un sello distintivo del cáncer. Se han realizado muchos estudios de investigación para investigar la relación entre los niveles de pH y el crecimiento del cáncer. Los hallazgos son complicados.
No hay evidencia científica que sugiera que el bicarbonato de sodio pueda prevenir el cáncer. Es importante recordar que el cáncer crece bastante bien en tejidos sanos con niveles de pH normales. Además, los entornos naturalmente ácidos, como el estómago, no fomentan el crecimiento del cáncer.
Una vez que las células cancerosas comienzan a crecer, producen un entorno ácido que fomenta el crecimiento maligno. El objetivo de muchos investigadores es disminuir la acidez de ese ambiente para que las células cancerosas no puedan prosperar.
Un estudio de 2009 publicado en Cancer Research encontró que la inyección de bicarbonato en ratones redujo los niveles de pH del tumor y retrasó la progresión del cáncer de mama metastásico.
El microambiente ácido de los tumores puede estar relacionado con el fracaso de la quimioterapia en el tratamiento del cáncer. Las células cancerosas son difíciles de atacar porque el área que las rodea es ácida, aunque son alcalinas. Muchos medicamentos contra el cáncer tienen problemas para atravesar estas capas.
Varios estudios han evaluado el uso de medicamentos antiácidos en combinación con quimioterapia.
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son una clase de medicamentos ampliamente prescrito para el tratamiento del reflujo ácido y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Millones de personas los toman. Son seguros, pero pueden tener algunos efectos secundarios.
Un estudio de 2015 publicado en el Journal of Experimental and Clinical Cancer Research encontró que las dosis altas de esomeprazol PPI mejoraron significativamente el efecto antitumoral de la quimioterapia en mujeres con metástasis cáncer de mama.
Un estudio de 2017 publicado en el World Journal of Gastroenterology evaluó los efectos de combinar el omeprazol con PPI con tratamientos de quimiorradioterapia (CRT) en personas con cáncer de recto.
El omeprazol ayudó aliviar los efectos secundarios comunes de la TRC, mejorar la eficacia de los tratamientos y reducir la recurrencia del cáncer de recto.
Aunque estos estudios tenían muestras pequeñas, son alentadores. Ya se están realizando ensayos clínicos similares a gran escala.