Ciertas circunstancias históricas hicieron que los cálculos fueran complicados, e incluso más complicados, para establecer los nombres de los asesinados. El gobierno soviético hizo todo lo posible por ocultar las consecuencias de su crimen. En algunos lugares, estaba prohibido registrar el número real de muertes. Estos días se reveló la lista secreta de algunos ayuntamientos con lista de muertes en 1932-1933. Estas listas son dos veces más altas que los datos oficiales. Está totalmente claro que estos casos no eran raros. Había una prohibición de registrar como causa de muerte «hambre», por eso en la lista de actos de muerte se señala «por fiebre tifoidea», «agotamiento», «por vejez». En 1934, todos los libros de la oficina de registro sobre el registro de defunciones se transfirieron a un departamento especial de la GPU. Los ucranianos murieron en familias, pueblos y no siempre se mantuvieron los registros. Se desconoce el nivel de muertes no declaradas, pero está claro que murieron millones.
La Unión Soviética convenció a la comunidad internacional de «no ver» el asesinato masivo de ucranianos por medios de propaganda, sobornos de ciertos periodistas. Sin embargo, hubo periodistas que escribieron la verdad, los informes de embajadores y diplomáticos se conservan. El régimen tomó algunas medidas para borrar la memoria sobre el asesinato de más de 7 millones de ucranianos. Pero el La memoria del pueblo es invencible, y con la formación de la independencia de Ucrania se frustró la prohibición de hablar sobre el Holodomor.