1 Seque bien:
Seque la mancha mientras aún está húmeda para eliminar el exceso de humedad. Frote suavemente la mancha con un paño suave. No frote, ya que esto puede extender la mancha.
2 Jabón en acción:
Gotee un poco de jabón para lavar la ropa sobre la mancha y frote brevemente, movimientos circulares. Frote hasta que la mancha se desvanezca y luego enjuague con agua fría. Un cepillo de dientes viejo es la herramienta precisa para cepillar la mancha. Sigue frotando hasta que la mancha desaparezca.
3 Efecto leche:
Si la mancha persiste, calienta media taza de leche en un cazo hasta que esté tibia. Viértelo en un tazón pequeño y poco profundo. Coloca la parte manchada del paño sobre el bol, empujando suavemente la mancha hasta que se sumerja en la leche. Déjelo en remojo durante aproximadamente media hora. Retire el paño de la leche y agregue unas gotas de jabón a la mancha, frotando y enjuagando como antes.
4 Uso de productos químicos:
El peróxido de hidrógeno también puede ayudar a eliminar las manchas. Basta con poner una pequeña cantidad de este químico en la mancha y frotarla con un cepillo. Es posible que inicialmente no veas mucha diferencia, pero después de un tiempo, la mancha comenzará a desaparecer. Las reacciones químicas también pueden causar una rápida decoloración, así que tenga cuidado con las soluciones de limpieza, el cloro y otros químicos domésticos comunes.
5 Magia del vinagre:
Incluso podría intentar eliminarlo con vinagre o con lejía diluida en caso de que las manchas sean de tela sintética.