Yo recomendaría evitar el café como una opción de primera línea para tratar los síntomas del TDAH. Si está tratando de evitar darle medicamentos a un niño, es importante tener en cuenta que darle cafeína ya es darle un medicamento.

Tanto el café como los medicamentos para el TDAH como Ritalin y Adderall son estimulantes. La diferencia es que los medicamentos para el TDAH están mucho más dirigidos a las regiones específicas del cerebro que se ven afectadas en un niño con TDAH. Eso significa que si le da a su hijo suficiente café para obtener el efecto positivo en su atención y concentración que está buscando, verá más efectos secundarios como problemas para dormir, temblores y supresión del apetito que con los medicamentos para el TDAH. Si intenta evitar estos efectos secundarios dándole pequeñas dosis de cafeína, como un poco de café aguado por la mañana, es posible que no le haga daño, pero no es probable que tenga mucho impacto en su comportamiento.

Es bueno que esté monitoreando cuidadosamente el comportamiento de su hijo antes de que se meta en problemas importantes en la escuela. Es muy común que los niños con mucha inteligencia puedan enmascarar los síntomas del TDAH hasta que llegan a los grados superiores de la escuela primaria. Pero si carece de capacidad ejecutiva, de planificación y de organización, etc., es bueno buscarle ayuda para fortalecerlos antes de que se vuelva más perjudicial.

Le recomiendo que consulte a un psiquiatra para ver si cumple con los criterios para el TDAH y, de ser así, para explorar medicamentos más apropiados que el café. Pero también le recomendaría que explore enfoques de modificación del comportamiento para enseñarle habilidades para manejar su falta de atención y compensar sus debilidades en el frente de planificación y organización. Para los niños diagnosticados con TDAH, lo que obtiene mejores resultados es una combinación de medicación e intervención conductual.