Quién era Rafael Leonidas Trujillo
Rafael Leonidas Trujillo nació en 1891 en el pueblo de San Cristóbal, cerca de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana. Trujillo provenía de una familia que no se consideraba una familia de clase alta. Sus abuelos eran de ascendencia cubana, dominicana y haitiana. Aunque la familia de Trujillo no era considerada una familia de honor y prestigio, Trujillo, uno de cada once hijos, se comportaba como si fuera de la clase alta. Fue esta actitud la que lo ayudó a ganarse el honor y el respeto que se ganó de todos en el país a lo largo de los años de su régimen. De niño mostró un gran interés por su imagen personal, vestimenta y decoración militar. Cuando era niño estaba tan fascinado con las decoraciones militares, que coleccionaba tapas de botellas como medallas para decorar su ropa. Es esta actitud la que le valdrá a Trujillo su apodo de «Chapita». Esta actitud no solo contribuye a su apodo, sino a muchos de sus logros cuando estuvo en el ejército y su ascenso a la presidencia.
De adulto trabajó como guarda campestre. El trabajo de una persona con tal cargo era controlar a los cortadores de caña haitianos. Trujillo trabajó en este trabajo en la capital de la ciudad, Santo Domingo, en el fundo azucarero Boca Chica en 1961. Cuando estaba en la escuela militar, Trujillo estaba en la primera promoción de la Academia Militar Haina. Durante los años que pasó en la Academia Militar de Haina, fue nombrado segundo teniente. Casi al mismo tiempo que fue nombrado segundo teniente, estaba siendo absuelto de los cargos de extorsión.
En 1927 Trujillo fue ascendido por Horacio Vásquez, el actual presidente de la época, a comandante de la «Policia Nacional Dominicana Luego de su nombramiento como jefe de la Policía en República Dominicana, ascendió otro rango, y su nuevo título fue jefe del «Ejército Nacional Dominicano», también conocido como el comandante en jefe de las fuerzas armadas dominicanas. Trujillo creía firmemente en los militares y promovió a los militares a través de una revista llamada «Revista Militar». Esta revista no solo promovió a las fuerzas armadas, sino que elogió su liderazgo de la fuerza y abogó por la expansión militar. La Revista Militar fue una oportunidad que Trujillo le mostrara a las masas quién era y qué hacía y qué tan bien lo hacía.
A medida que ganaba cada vez más poder, «se convirtió en el maestro de la política dominicana en 1930 y transformó la fuerza de un sustituto de la ocupación marina en un agente del nacionalismo dominicano». Es la buena comprensión de los militares lo que le dio el potencial de ganar estatus a los ojos de la gente.
Anterior Siguiente