¿Qué es?
La presión arterial es aquella presión que ejerce la sangre del cuerpo contra las paredes de las arterias. Hablamos de una presión que es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos, de modo que pueda aportar oxígeno y nutrientes a todos los órganos del cuerpo con el objetivo de que funcionen correctamente.
Sin embargo a veces se producen alteraciones en la presión arterial; la cual puede subir, produciendo hipertensión arterial, o bajar, produciendo hipotensión arterial.
Aunque la hipertensión arterial es más conocida por los riesgos que supone en lo que se refiere a enfermedades cardiovasculares, lo cierto es que la hipotensión también supone un riesgo si no se trata.
Principales causas de la presión arterial baja
Las principales causas de la tensión arterial baja son:
Hipotensión ortostática
Tipo de hipotensión que se produce cuando cambiamos de posición el cuerpo, como cuando al estar sentados o tumbados nos ponemos de pie. Este cambio produce que la tensión arterial disminuya unos segundos hasta que el corazón vuelve a ajustarla. Las personas ancianas o embarazadas están más expuestas a este tipo de dolencia; así como también aquellas personas deshidratadas o que acaban de comer. Sobretodo en aquellos casos en los que se trata de grandes comidas, puesto que el flujo sanguíneo se concentra en el aparato digestivo y el corazón bombea mucho más relajado.
Síncope vasovagal (desmayo o lipotimia)
Se produce en situaciones en las que el sistema nervioso parasimpático se estimula; como por ejemplo, frente a emociones fuertes (la ansiedad, el temor o incluso la alegría suponen una sobreexcitación que pueden llevar a la lipotimia), el calor y la poca ventilación, el dolor intenso (ya que nuestro cerebro en estos casos muy a menudo desconecta para evitar la sensación de dolor) y un ayuno mantenido en el tiempo (cuando no comemos nuestro cuerpo se queda sin reservas de azúcar para funcionar correctamente, de modo que lleva en ocasiones al desmayo).
Consumo de medicinas o tóxicos
La causa más frecuente de hipotension en adultos es el excesivo uso de diuréticos, para tratar la hipertensión arterial; así como otros medicamentos que también pueden bajar la presión arterial como los antidepresivos, los ansiolíticos y los analgésicos, entre otros. En lo que se refiere a drogas normalmente quedan exentas puesto que su efecto produce en la mayoría de los casos hipertensión arterial, con la excepción del alcohol que sí que baja la tensión.
Hipotensión arterial crónica
Aunque poco frecuente, provoca en el afectado debilidad, cansancio y somnolencia. No es una enfermedad en sí misma, sino síntoma de otras patologías que produce la presión arterial baja; como por ejemplo, la anemia o la diabetes.
Shock hipotensivo
A veces también se producen bajadas bruscas de la presión arterial debido a fallos cardíacos, sepsis o pérdida de sangre por hemorragia. Lo que produce que se obstaculice el riego sanguíneo en órganos vitales.
Síntomas
Los síntomas más comunes de la bajada de presión arterial son: mareos o aturdimiento, desmayo (síncope), falta de concentración, visión borrosa, náusea, frío o piel fría, húmeda y pálida, respiración rápida y superficial, fatiga, depresión, y sed.
Tratamiento y recomendaciones
Cabe destacar que aquello que se recomienda hacer en los casos en que se produce una hipotensión arterial es:
- Tumbar en el suelo a la persona con las piernas levantadas a unos 45 grados del suelo durante algunos minutos para ayudar a que se produzca más fácilmente el riego sanguíneo en el cerebro y su oxigenación.
- Aflojar las prendas de ropa de la persona para facilitar la respiración, así como dejarle espacio para que no se agobie.
- Si está consciente, se le puede dar de beber alguna bebida azucarada o con cafeína, así como algún caramelo o dulce, para aumentar la glucosa en sangre. En el caso que esté inconsciente se debe evitar la ingesta de alimentos o líquidos y llamar al servicio de asistencia.
- Si hay riesgo de vómito, debe colocarse a la persona en posición lateral para que no se atragante.
No obstante, aunque una bajada de tensión no tiene porque implicar complicaciones graves, es importante visitar al médico de cabecera si se producen bajadas de forma frecuente puesto que podrían ser síntoma de alguna otra afección o de algún hábito nocivo como una mala alimentación o un uso excesivo de medicamentos, como ya hemos comentados anteriormente.
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