Cuando lees el Salmo 46.10 probablemente piensas en estar físicamente tranquilo ante Dios, en desacelerar tu ritmo frenético y en encontrar tiempo para leer tu Biblia. Este pasaje suele traer a la mente paisajes serenos y la idea de encontrar descanso y paz ante Dios. ¿Qué necesitas hacer Christian? Quédese quieto y sepa. Necesitan descansar en quién es Dios. Básicamente, debemos dejar ir y dejar que Dios maneje nuestros problemas. Hay mucha verdad en nosotros que necesitamos callarnos ante Dios y priorizar el tiempo de oración y lectura de su Palabra. Sin embargo, esto no es lo que significa el pasaje. Ni siquiera cerca.
Lo que realmente significa el Salmo 46.10
El Salmo 46 en realidad trata sobre la guerra. Comienza con la gran promesa de que Dios es el refugio de su pueblo, donde pueden encontrar protección contra la furia del mundo (46,1-3). Luego nos muestra a las naciones enfurecidas contra Dios y su pueblo (46.6) antes de pasar a la respuesta de Dios de traer destrucción sobre la tierra y las naciones (46.8-9).
El contexto del versículo 10 es la guerra. El escenario es un campo de batalla. En esta guerra, Dios protege a su pueblo y somete a las naciones. El Salmo 46.10 es Dios entrando en el campo de batalla de las naciones furiosas y derrotándolas con su voz. Cuando Dios dice «Estad quietos, y sabed que yo soy Dios», esto no está dirigido al pueblo de Dios, sino a las naciones. Está dirigido a los enemigos de Dios. Es un mandato real del Rey de reyes y por eso orden, él trae desolación sobre sus oponentes. Quédense quietos y reconozcan que es el grito de batalla del SEÑOR dirigido a sus enemigos, no un estímulo para que los creyentes encuentren descanso en Dios. Es Dios entrando en la guerra y clamando la victoria por el poder de Su voz. La traducción de la HCSB nos ayuda a ver esto: «Detengan sus peleas y sepan que yo soy Dios, exaltado entre las naciones, exaltado en la tierra». Así que el Salmo 46.10 trata sobre Dios derrotando a las naciones y sobre él siendo exaltado por toda la creación.
Por qué es importante
Tenemos la tendencia de lijar los bordes afilados de Dios para hacerlo más apetecible. El Salmo 46.10 nos recuerda que Dios gobierna y vence. Llegará un día en que entrará en el campo de batalla y conquistará simplemente hablando. Las naciones se calmarán y quedarán mudas. Sabrán que el SEÑOR es Dios. De hecho, esto se cumple en Apocalipsis 19.15-21 donde Jesús desciende y mata a las naciones del mundo con una espada que sale de su boca. Él derrota a las naciones hablando, tal como se nos dice que sucederá en el Salmo 46.10. Los cristianos necesitan recordar que el Señor gobierna y él es un rey conquistador. Es tan grande que las naciones más fuertes serán derrotadas por su simple discurso. En ese día toda lengua confesará que Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores. De esto se trata el Salmo 46.10.
Por: Levi J. Secord